jueves, 1 de diciembre de 2011

2. El Sentido del Gusto

No es el sentido del gusto propiamente dicho, se trata del gusto como etapa previa al enamoramiento. Es simple, nos gusta esa persona, te acercas, la conocemos y queremos más. Si hay respuesta, dejemos salir el amor, si no la hay, ¡cuidado! nos podríamos enfermar. 

El cerebro del corazón

Sea el gusto la parte inteligente del corazón, la de las decisiones y la que trabaja más. Lleva sus ojos, oídos, boca, nariz y porqué no, sus extremidades. Esto es porque el interés hacia una persona se puede dar por la primera impresión, vemos a esa persona, nos gusta, y el corazón empieza a hacer su trabajo. Nuestros ojos nos dicen que esa persona satisface nuestras necesidades y queremos conocerla más, entonces nos acercamos, empleamos la conversación, usando las palabras adecuadas, provenientes del corazón, y los detalles de sutileza que realiza nuestro cuerpo, que sea la correcta para lograr impresionarla. Se obvia mencionar que los sentidos del olfato y oído actúan por su cuenta y su voto influye en la decisión final...¿Nos gusta esa persona? ¿Satisface nuestros gustos? ¿Queremos más?. Asumamos que la respuesta a todo es Sí.



Trabaja el corazón

Nuestro corazón nos dice que esa persona nos gusta, y empieza la etapa de enamoramiento, con el fin de recibir todo el cariño entregado, osea, que sienta lo mismo que nosotros.

Una mirada profunda como primer paso para enamorar, escuchar y hacer que nos escuchen, regular nuestra respiración, los juegos de manos, caricias y todo movimiento que realicemos, es así como el corazón pone en actividad a todos los sentidos.

Esa persona captó nuestra atención, ahora nos acercamos para conocernos más. Son las palabras indicadas lo fundamental para captar ahora su atención. Entonces formulamos las habituales preguntas como ¿Cuál es tu nombre?, ¿Qué signo eres?, ¿Por dónde vives actualmente?, ¿Cuáles son tus gustos musicales?, ¿Cuál es tu comida preferida?, ¿Qué cosas te gustan hacer en compañía de alguien? y ¿A qué te dedicas actualmente?, que al decirlas y poder responderlas de la manera adecuada, con el tono de voz indicado y con mucha seguridad, ya nos encontramos ligando y conociendo a esa persona que, ahora nos conoce también.

Si le interesamos, nos lo dirá con los gestos que hace, una sonrisa y una mirada fija, nos dan a entender que existe química por ambas partes, y una cita a la vuelta de la esquina, para dar el siguiente gran paso que tendrá como fin, pasar del interés, al gusto.

En nuestra primera cita, los detalles que tengamos para con esa persona, son de suma importancia para conseguir nuestra meta, hacer cumplidos referidos a su belleza física y por sus cualidades que tiene, y lo más importante: pasarla bien. Es ahora cuando se da lugar a la confianza y la amistad, los sentimientos de aprecio y cariño salen a flote, y el deseo por llegar mas lejos, se concreta. Un beso, unas caricias, ayudan a conocernos más y aumenta la confianza y nos da placer. No obligar a la otra persona a nada que no quiera, pero no es necesario preguntar, ya que nuestros sentidos de la vista, nuestra respiración y el tacto, hablan por sí solas.

El gusto hacia una persona, da lugar al deseo sexual, y si ambas partes están en una confianza plena y con el mismo nivel de deseo, se llega a lo más alto que se puede llegar en una relación basada en el gusto, y nos satisface sexualmente, nos llena de una felicidad momentánea pero muy satisfactoria. Ahora ¿Se puede pedir más?, eso lo deciden ustedes, regidos por el tiempo.

Descansa el amor

Se supone que estamos en una relación basada en el gusto, la atracción física y el placer sexual, por lo que el amor se encuentra escondido aún, en un estado de reposo estable y listo para ser liberado. ¿Seguirá descansando?, pues eso depende de la personalidad de cada persona, ya que si el corazón se siente a gusto con la relación que llevamos y considera que no es necesario soltar amor, pues no lo hace, ya que tiene como principal norma al deseo.

Es lo que deseamos realmente lo que restringe al amor, los planes que tengamos para el futuro. Dependiendo del tipo de persona que somos, si buscamos compañía de alguien con quien podamos formar una familia, y deseemos realmente que esté siempre a nuestro lado, entonces el amor se manifiesta y empieza a funcionar. Pero si lo que se desea es mantener una vida divertida y disfrutar de muchos momentos buenos con una sola persona y poder satisfacer las necesidades de placer, el amor seguirá durmiendo hasta que sea necesario despertar, ya que se es feliz así y muchas veces se consigue lo que se busca, y si no es con esa persona será con la siguiente.

Querer más no significa llegar a sentir amor hacia una persona o esperar que lo sientan por nosotros. Esto es simplemente alcanzar el objetivo. Se da porque esa persona nos gusta, nos hace sentir bien y estamos felices recibiendo el cariño que entregamos. ¿Hay amor? no, mientras ambas permiten deciden que no lo haya.

No hay comentarios: